Pillamos al nuevo instructor de ballet espiándonos mientras nos cambiábamos. Era mucho más rudo que nuestro instructor habitual. Queríamos mejorar haciendo splits, así que sacó el pene y dijo que sentarnos en él nos estiraría. Mis mejores amigas y yo pensamos que estaba loco, pero estábamos dispuestas a todo para ser mejores bailarinas.
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