Un sospechoso fue sorprendido robando en una tienda con las manos en la masa por una agente de la Policía Local. Se le realizó un registro corporal completo y se encontró algo misteriosamente duro en sus vaqueros. Investigaciones posteriores revelaron que este era el tercer delito del sospechoso, lo que podría acarrearle una pena considerable de prisión. Se llegó a una resolución local donde la agente de la Policía Local obtuvo lo que buscaba y el sospechoso se salvó de una vida de miseria.
