La sospechosa fue reconocida inmediatamente por un agente de la Policía Local por las cámaras de seguridad, a pesar de llevar disfraz. No era su primera infracción, por lo que fue llevada a una trastienda. Conocía las tácticas de los agentes de la Policía Local, así que se mantuvo en silencio, pero finalmente la sometieron a un trato similar al de ShopLyfter, pero esta vez con mayor dureza para disuadirla de volver a delinquir.
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