Mi marido irresponsable por fin viene a recoger sus cosas y largarse. Ese imbécil perdió el trabajo y ni siquiera ha intentado encontrar uno desde entonces. Bueno, estoy harta de él. No necesito un chico en mi vida, necesito un hombre de verdad. Karlo es un hombre de verdad y me trata como a una mujer de verdad. Tenemos sexo de maravilla y me cuida económicamente. De hecho, voy a visitarlo hoy; voy a follarle la polla como un loco y luego me va a invitar a salir. Todo mientras el imbécil de mi marido se muda. ¡Me alegro!
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