La irresistible Judy Jolie volvía loco a su dominante pareja. La deseaba más que a nada en el mundo, tanto que la estranguló hasta que accedió sexualmente. Sin querer hacer esperar a su pareja, se arrodilló y tomó su larga y dura polla en la boca y hasta el fondo de su garganta. Satisfecho, por fin, su pareja la empujó a la cama, donde le dio múltiples nalgadas, deseando que le suplicara que la follara. Pasaron una noche genial follando a cuatro patas, misionero, vaquera y vaquera inversa. Judy, con su sexy lencería, gemía desconsoladamente mientras saboreaba la forma en que la follaba. Fue rápido y duro, y a Judy le gustó mucho que su sucia lengua se llevara todo su semen.
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