Nate y su padrastro no se llevaban nada bien. Llegó al punto en que su padrastro llamaba a su madre rogándole una solución amistosa. Ella le recordó que su hermana Trinity St. Clair era terapeuta y que tal vez podría ayudarlos. Al padrastro le pareció una gran idea y le reservó una sesión. Ella apareció y quedó atónita con lo guapo que era el hijastro. No paraba de mirarlo con seducción. Empezaron a meterse en la terapia y el padrastro se ponía nervioso con demasiada facilidad. Lo llevó a dar un paseo. Una vez que tuvo a Nate para ella sola, le explicó cuánto despreciaba a su hermano y que debían follar y machacarse. Esta terapia familiar contra la ira se convirtió en terapia sexual demasiado rápido y Trinity estaba cubierta de semen justo cuando su hermano regresaba. ¿Quién tiene la culpa de esta obra maestra ardiente e histérica?
