Jennifer White estaba entrenando en casa de su amiga cuando esta recibió una llamada para ir a trabajar. La dejó para que terminara su entrenamiento. Un rato después, el esposo de su amiga, Lucas, entró y le dijo a Jennifer que usara la ducha. Después de ducharse, se dio cuenta de que no había toallas. Por suerte, Lucas entró justo en ese momento y se las dio. Jennifer se dio cuenta de lo que Lucas tramaba y le dio lo que quería: ¡un poco de ese trasero!
