Dee Williams contrató al amigo de su hijo como becario y está impresionada con lo bien que ha gestionado su carga de trabajo. Le comenta lo bien que lo ha hecho mientras ambos están en la oficina, trabajando hasta altas horas de la noche, pero a Dee le duelen los pies de tanto trabajo, así que el amigo de su hijo se ofrece a darle un masaje de pies. Resulta que sus masajes de pies son orgásmicos, así que Dee decide devolverle el favor saltando sobre sus huesos y recibiendo su semen en toda la cara.
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