Sarah Jessie está a punto de tener una cita y recibe la visita de Van, el amigo de su hijo. Van iba a jugar con él, pero no aparece. Su cita la deja plantada y ahora no tienen nada que hacer. Van dice que jamás dejaría plantada a alguien tan guapa como Sarah, y a ella le gusta cómo suena. Ve que no bromea al ver su polla dura a través de los pantalones cortos y no puede resistirse a tenerla hasta el fondo.
