El marido de Crystal Rush le recomendó un club. Pero no es un club cualquiera, es un club de sexo. Crystal ya había chupado una polla enorme y la habían atacado por partida doble cuando llamó a su marido para presumir de lo bien que se lo estaba pasando. A su marido le encanta oírlo, así que Crystal cuelga y vuelve a buscar otra polla que follar y una historia más que contarle.
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