La colegiala empollona Rosalyn Sphinx siempre quiere llegar a clase a tiempo, pero hoy, ¡su molesto hermanastro la hace tropezar camino a la escuela! Le echa un vistazo a sus bragas, y pronto sus fluidos fluyen. Se frota el coño y le deja deslizar un dedo dentro. Un par de días después, el hermanastro de Rosalyn intenta echarla de su portátil, pero ella no cede. Para curar su adicción al portátil, ¡le folla el estrecho coño! Más tarde, Rosalyn vuelve a casa de una fiesta loca dispuesta a complacer la erección de su hermanastro. Le revela que es adicta a su polla. ¡Él alimenta la adicción, acariciándola con entusiasmo y vigor!
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