Pasé a ver a mi amigo Alex. No estaba en casa, pero su compañera de piso, Nikki, sí. ¡Qué tía tan buena! Me dijo que era modelo de webcam y luego me preguntó si quería divertirme un rato con ella. ¿Quién soy yo para decirle que no? No tardó en arrodillarse y chuparme la polla y los huevos. Le dejé la cara hecha un desastre.
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