Se acerca a su hermanastro con voz quejosa, pidiéndole ayuda. Él le recuerda que el desastre es de su fiesta. Pero, una vez más, hacen un trato: él la ayudará si ella se encarga de su erección matutina. Así que, la polla de su hermanastro le pulveriza el coño una vez más antes de la gran limpieza. ¡Parece que estos dos saben negociar!
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