Conocí a otra chica por internet y, ¡joder!, estaba buenísima. Estaba a punto de hacerme sexo oral cuando ese tío tan guapo aparece de detrás del sofá como una pelusa descontrolada. Parece creer que me ha pillado en otra trampa y estoy a punto de decir a la mierda y largarme. Pero a este cabrón le gusta mi estilo y quiere verme actuar con su señuelo. Hay que ser pervertido para conocer a otro pervertido.
No hay resultados disponibles
No hay resultados disponibles