Jillian Janson estaba teniendo un año horrible. Todo lo que podía salir mal, salía mal, pero ella esperaba algo positivo. Le escribió una carta a Papá Noel y se quedó dormida en el sofá esperándolo. Llevaba su pijama de Navidad más cómoda y tenía su trasero al aire. Se despertó con alguien atragantándose con galletas y corrió a ayudar a Papá Noel, ¡pero en realidad era un ladrón! Jillian necesitaba un regalo, así que el ladrón decidió entregárselo, ¡entrándole por la puerta trasera!
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