Ni siquiera sé cómo se llama ese tío, y me cogió en la cocina y se corrió en mi cara. Supongo que es lo que pasa cuando estás cachondo y revisas el correo en pleno día. Iba caminando por la calle cuando yo estaba en mi buzón, y sentí un cosquilleo en el coño y se me humedeció, así que lo invité a entrar a follar, y fue un polvo buenísimo. Menos mal que después tuvo que ir a cuidar al perro de su novia para que yo pudiera volver a revisar el correo.
No hay resultados disponibles
No hay resultados disponibles