Sarah Taylor está yendo a su quiropráctico tras un accidente de coche, pero se siente tan bien que decide que quizá sea mejor dejar de ir. Sin embargo, su quiropráctico no puede permitir que deje de verlo, porque cuanto más lo vea, mejor será la indemnización que recibirán ambos del seguro. Sarah decide que puede seguir yendo a su consulta, pero solo si él le opera el coño en lugar de la espalda. ¿Quién podría rechazar una oferta así?
No hay resultados disponibles
No hay resultados disponibles