Ven a verme dar mi primera clase de artes marciales en mi ciudad natal, Karlsvania. He pasado dos temporadas en el hexágono perfeccionando estas técnicas y ahora he decidido compartirlas con vosotras, las básicas. ¡Así es! ¡Incluso podéis adquirir los reflejos felinos necesarios para pelear como unas profesionales! Tengo una oferta especial solo esta semana. Chicos, traed a vuestras amigas y les enseñaré mi programa de defensa personal a mitad de precio. Así es, les daré atención individualizada mientras esperáis en el coche. Ninguna novia es demasiado fea para necesitar entrenamiento de defensa personal. Créeme, es una jungla ahí fuera y, por suerte para vosotros, estoy aquí para enseñaros no solo defensa personal, sino también respeto por uno mismo.
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